Muerdo
la fruta más prohibida del Edén,
sabiendo que está mal me sabe bien,
Y pienso,
si todo lo hago igual,
igual no me arrepiento
y nombré..
a todo aquel que quise y olvidé,
tratando de igualarte y otra vez,
miento,
si digo que no lo he elegido yo.
Y vuelvo a abrir el centro,
epicentro de este infierno
donde todas las palabras que se dicen son de ayer
donde nadie es responsable de algo que no existe.
Sucumbirá el 1% de esta sociedad,
cambiará la Ley de Gravitación Universal,
su misión acabará entre nubes de alquitrán
entre incendios, muertos.
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