Lo triste es llegar a este punto
de no saber a quién escribir
por no saber quién lo merece,
ni a quien cantar,
ni a quien mirar mientras voy en un coche.
Puedo hacerlo dramático,
puedo hacerlo en exceso,
pero al menos eso me asegura
que como mínimo será eso:
dramático en exceso.
Que no es poco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario